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5 de junio: Día Mundial del Medio Ambiente

 

 

Desde la Coordinación de Políticas Educativas Ambientales para el Desarrollo Sostenible de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) asumimos la Educación Ambiental como un proceso pedagógico dinámico y participativo, que provee herramientas y habilidades sociales para generar y desarrollar nuevas formas de interrelación entre las especies vivas del planeta.

Esas “formas” promoverán usos y prácticas productivas que posibiliten la satisfacción de necesidades vitales y que, a su vez, no comprometan la vida de las futuras generaciones, preservando los ecosistemas que se involucran en la producción de alimentos, abrigos y viviendas, atendiendo la capacidad de carga y sustentabilidad de los procesos vitales.

En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, una educación de calidad deberá incorporar el enfoque ambiental en todas sus dimensiones y en todos sus instrumentos de gestión educativa, ya sean lineamientos curriculares, planificaciones anuales o asignaturas específicas.

Desde la Educación Inicial y Primaria se hace énfasis en la importancia estratégica de los recursos hídricos para la vida y la salud, en el valor de las áreas protegidas, eco eficiencia, gestión del riesgo y en diversos aspectos que contribuyen a una cultura de la prevención y responsabilidad ambiental.

En tanto, en la Educación Media se promueve la transversalidad de la Educación Ambiental en articulación con proyectos educativos y de desarrollo local, regional y nacional. En este sentido, el aprendizaje basado en proyectos es una herramienta clave en estas etapas formativas.

A nivel de Formación Docente se fortalecen las competencias en educación y comunicación ambiental de docentes y promotores, con programas y proyectos públicos y privados.

Desarrollo sostenible

Promover la toma de conciencia acerca de los llamados límites planetarios y de la fragilidad eco sistémica es un muy buen comienzo. Además, es una responsabilidad de todos; comienza en las aulas y en los hogares y continúa en nuestro accionar cotidiano, en nuestras conductas individuales y colectivas. Se trata de un compromiso incesante, más allá de los límites políticos de las naciones y de nuestro tiempo.

Por eso nuestra tarea deberá centrarse en educar para un sentido, comprendiendo las complejidades de la problemática eco social y sus múltiples dimensiones. Los avances en la gobernanza supranacional conquistados en las últimas décadas son claros indicadores de la importancia que tendrá asumir con acciones que educamos para la ciudadanía global.

El desarrollo sostenible es el gran objetivo estratégico para el futuro del mundo, un modelo referencial hacia el cual la humanidad debe avanzar con decisión.